¿Podemos limpiar los dientes a los perros?
La verdad es que sí, pero no es fácil.
La boca de los perros y gatos hay que revisarla constantemente para evitar problemas. En condiciones normales encontramos cuatro tipos distintos de dientes: los incisivos, son seis y son los dientes de menor tamaño y que se encuentran por delante de la boca, inmediatamente después hay los caninos que son dos y que ya son dientes largos con una raíz fuerte ; después hay un pequeño espacio sin dientes y a ambos lados se encuentran los premolares (ocho en perros y seis en el gato en su maxilar y cuatro en la mandíbula) y los molares (cuatro superiores y seis inferiores en el perro y dos en el gato tanto arriba como abajo). Una atención especial son las llamadas muelas carniceras que son el último premolar de la mandíbula superior y el primer molar de la mandíbula inferior, porque pueden causar abscesos muy frecuentemente, por culpa de los constantes golpes que reciben en esta zona.
En el perro los dientes de leche salen a las 3 o 4 semanas de edad y los cambian por los definitivos a los 4-6 meses. En el gato los dientes de leche salen hacia los 15 días y sobresalen hacia las 5 semanas para cambiarlos por los definitivos alrededor de los 7 meses.
Los perros de raza pequeña son mucho más propensos a padecer enfermedades periodontales: normalmente solemos encontrarnos problemas de gingivitis que es una inflamación de las encías, normalmente producida por el acúmulo de sarro en los dientes o también por alguna enfermedad, como es el Calicivirus felino. Si el problema se agrava tendremos placas de sarro que provocan mal aliento y que pueden acabar con la caída de los dientes.
Para evitar todo esto, podemos dar huesos especiales, juguetes duros para roer y una alimentación a base de pienso para favorecer la caída del sarro o retrasar su aparición. Hay incluso piensos especiales que se enganchan al diente con mayor facilidad y que realizan una cierta limpieza de la zona. Si esto no es suficiente llega un momento que es de vital importancia realizar una limpieza de boca con el aparato de ultrasonidos para evitar que vaya perdiendo piezas dentales; esta técnica necesita que el animal esté anestesiado para poder intubarlo y no correr ningún riesgo.
Una vez hecha la limpieza de boca hay que recordar que el sarro volverá a salir tarde o temprano y hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos para retrasar su aparición: juguetes para morder, huesos especiales para higiene dental y lo primordial una buena alimentación a base de pienso especial.
Los perros de raza pequeña son mucho más propensos a padecer enfermedades periodontales.
Por:
Ferran Solanes
Colaborador Dpto. Veterinaria