¿Le podríamos practicar primeros auxilios a nuestra mascota?
Tener conocimientos básicos de primeros auxilios puede suponer una ayuda fundamental en algunas situaciones de nuestra vida, tanto con nuestros seres queridos como con cualquier persona que lo necesite. No obstante, ¿sabemos si podemos practicarle primeros auxilios a nuestra mascota?
En este artículo te explicamos en qué casos podrías hacerle alguna maniobra de asistencia urgente y de qué manera. Además, siempre hay precauciones y consejos que conviene tener en cuenta para no agravar el problema.
Prevenir es siempre la mejor opción
Llega el verano y nos gusta realizar actividades al aire libre con nuestra mascota cuando las vacaciones nos lo permiten. Las playas que permiten la entrada de nuestros perritos o los entornos naturales son lugares ideales para compartir juegos con nuestros amigos peludos.
No obstante, estas situaciones también aumentan el riesgo de sufrir algunos accidentes. Por ello, siempre es importante prevenir:
- En la playa, tener cuidado con la presencia de anzuelos, el baño y los golpes de calor.
- En el campo o la montaña, atención con las espigas, los lagos o ríos profundos, los animales salvajes y los lugares donde podríamos perderlo de vista.
Aún así, la prevención total es imposible, y puede sernos de gran ayuda conocer los primeros auxilios que podemos hacerle a nuestra mascota en caso de emergencia. ¡Una buena maniobra a tiempo puede ser vital!
Primeros auxilios para nuestra mascota
¿Cómo la inmovilizamos?
En primer lugar, lo más importante después de mantener la calma es saber cómo inmovilizar a nuestra mascota en caso de que esté asustada o nerviosa. Si nosotros vamos a realizar alguna maniobra, necesitaremos que otra persona se ocupe de sujetarla:
- Gato: Sujetarlo fuerte por la piel de la nuca y mantener su cuerpo alineado. Si es necesario, cogerle también las 4 patas.
- Perro: Ponerle el bozal o utilizar una cuerda para mantener su mandíbula cerrada excepto si su problema es respiratorio o de garganta. Si está de pie, lo sujetaremos bajo nuestras piernas abiertas, mientras que si está tumbado lo sujetaremos también por la nuca, del mismo modo que con los gatos.
Hemorragias
Si nuestra mascota se ha lesionado y está sangrando, después de inmovilizarla le aplicaremos una gasa o similar y podemos desinfectarle con yodo. Después, cubriremos la herida con una venda. Si sangra mucho, podemos presionar un poco la herida.
Si el sangrado es por la nariz o los ojos, le aplicaremos una tela mojada en agua muy fría justo por encima. No obstante, puede tratarse de una lesión grave, por lo que requerirá asistencia veterinaria urgente.
Bloqueos respiratorios
Hay diferentes situaciones en las que nuestra mascota puede tener dificultades para respirar:
- Si se ha atragantado con comida o un objeto: Intentaremos primer extraerlo o le haremos una compresión abdominal fuerte y repentina justo debajo de las costillas (Maniobra de Heimlich).
- Si se ha atragantado con agua: Le levantaremos las patas traseras.
- Si ha estado mucho tiempo sin respirar: Le realizaremos la respiración artificial o la reanimación cardiopulmonar como indicamos a continuación.
Respiración artificial
Cuando nuestra mascota entra en estado de shock debemos actuar con rapidez. Si tiene latido pero no respira, el primer paso consiste en realizarle la respiración artificial:
- En primer lugar, tumbar a nuestra mascota de medio lado y procurar que otra persona la mantenga sujeta.
- Estirar su cabeza para que pueda entrar con más facilidad el aire a sus pulmones y también para facilitar el riego sanguíneo en la cabeza.
- Levantar su hocico, cerrar su boca y soplar lentamente en su nariz, más o menos cantidad según su tamaño. Debemos comprobar que su pecho se expanda y repetir cada 5 segundos.
Reanimación cardiopulmonar (RCP)
Esta técnica se aplica del mismo modo que con las personas, aunque varía la fuerza que aplicamos (según el tamaño de la mascota). Se aplica cuando no le detectamos el pulso, por tanto, solo debe ser en casos de máxima urgencia:
- Tumbar a nuestra mascota sobre el lado derecho o bocarriba para localizar la ubicación de su corazón, que estará un poco por debajo de sus patas delanteras.
- Entrelazar una mano sobre la otra y presionar con firmeza a intervalos de 15 segundos (1-2 compresiones por segundo según el tamaño) y proceder a la respiración artificial durante otros 15 segundos.
- Podemos insistir hasta 10 minutos. Si logramos reanimar a nuestra mascota, la llevaremos lo antes posible al veterinario.
Ahora ya conocemos las maniobras básicas de primeros auxilios para ayudar a nuestra mascota en caso de urgencia. ¡Ya podemos disfrutar con tranquilidad de nuestro merecido descanso!