¡Cuántas personas se plantean, en algún momento de su vida, adoptar a una mascota! Los momentos de alegría y las anécdotas que aporta el nuevo miembro de la familia son incontables. Sin embargo, esta no es una decisión que podamos tomar a la ligera.

Antes de decidirnos por la adopción de un perro o un gato debemos tener en cuenta algunas cuestiones. De este modo evitaremos preocupaciones o disgustos posteriores.

Preguntas necesarias

La primera reflexión que debemos hacer si queremos adoptar a una mascota es tener en cuenta nuestro núcleo familiar. ¿Estamos de acuerdo todos los miembros de la familia en adoptar? ¿O no hay consenso? ¿Quién decide asumir esta responsabilidad?

Por el bien de la familia y de la mascota, esta decisión no puede ser fruto de un capricho. Esto solo nos acarrearía disgustos. Debemos tener claro que vamos a ampliar la familia y, por lo tanto, todos deberíamos estar conformes y asumir nuestro papel.

El proceso de educación

Del mismo modo que pasa con los niños, los animalitos también tienen su proceso de aprendizaje. No van a llegar a nuestra vida con los hábitos aprendidos. Además, si no son tan pequeños tal vez tengamos que tener paciencia con ellos para corregirles y enseñarles de nuevo unas pautas y normas de conducta.

En este sentido, debemos ser firmes desde el principio para acostumbrarles a su nueva rutina. Lo que les enseñemos en los primeros meses de convivencia va a facilitarnos o dificultarnos en gran medida nuestro futuro en común.

Tenemos un compromiso a largo plazo. No solo porque pueden acompañarnos durante una buena parte de nuestra vida, sino porque a veces el periodo de adaptación puede ser lento. Tendremos que dedicarle un tiempo cada día. A cambio, también veremos los resultados de nuestro amor y perseverancia en su obediencia, cariño y fidelidad.

La mascota adecuada

Si vamos a adoptar, es posible que a la hora de elegir a nuestra mascota nos dejemos llevar por nuestra emoción y sensibilidad. No obstante, con anterioridad deberíamos tener en cuenta algunas cuestiones:

• ¿Tenemos niños en casa? Esto es importante a la hora de elegir la raza y la edad de la mascota.
• ¿Hay alguna mascota en particular que se adapte mejor a nuestra situación personal, familia y hogar?
• ¿Podemos hacernos cargo de un cachorro o no tenemos el tiempo suficiente para educarlo y nos conviene más un animal más mayor? Cuanto más joven sea el animal, más atención necesitará.
• ¿Tenemos un tiempo diario para ocuparnos de un perro o un gato? Cada uno tiene unas necesidades muy diferentes.
• ¿Qué haremos con él durante las vacaciones? Tal vez no vayamos a viajar de manera inmediata, pero es posible que en los próximos años no surja esa posibilidad. ¿Qué haremos entonces? ¿Tenemos personas de confianza que nos puedan ayudar? ¿Tenemos los medios económicos para que nos cuiden a nuestra mascota en un alojamiento especializado?

Los gastos que conlleva

Adoptar a una mascota conlleva gastos a corto y largo plazo. El proceso de adopción tiene un coste que varía según el centro, pero que suele cubrir, como mínimo, todos los gastos del animal hasta ese momento.

A largo plazo debemos tener en cuenta su alimentación, vacunas y posibles costes veterinarios. ¿Disponemos de un sueldo y unos ahorros que nos permitan asumir las necesidades de una mascota?

El microchip

Comprar o adoptar a una mascota es una decisión muy personal. Depende también de todas las reflexiones que hayamos podido hacer, así como de los pros y contras de ambas opciones. No obstante, es importante tener en cuenta que existe una ley que ampara los derechos de los animales y que obliga a  todos los perros a llevar el microchip para identificarlos. En cambio, para los gatos depende de cada comunidad autónoma o de si vamos a viajar fuera del país (en ese caso si es obligatorio).

Para esta y otras informaciones siempre podemos consultar con el veterinario. Él nos podrá orientar para que la decisión de adoptar a una mascota nos aporte más felicidad a nuestras vidas.