¿Cada cuánto debo hacerme una limpieza dental?
¿Cuándo fue la última vez que fuiste al dentista a hacerte una limpieza dental? Hay personas que no se la han hecho nunca, tal vez porque tienen una genética que les ha favorecido o bien por despreocupación. En cambio, otras recurren a esta técnica a menudo, en cuanto ven aparecer el sarro.
En este artículo vamos a referirnos a las características de este procedimiento dental y a las recomendaciones que nos hacen los profesionales. De este modo podremos prevenir problemas en un futuro.
La limpieza dental
La limpieza dental es un procedimiento de higiene bucal que, a diferencia del cepillado diario de los dientes que hacemos en casa, logra una limpieza más profunda. De este modo, se trabaja la eliminación de la placa, la cual se presenta endurecida e imposible de quitar mediante un cepillado cotidiano.
Debemos tener en cuenta que, aunque nos cepillemos cada día los dientes, e incluso aunque usemos el hilo dental, hay partes de la boca a las que no llegamos. Por tanto, es algo que deberíamos realizar con cierta regularidad.
¿Cada cuánto debemos hacerla?
No hay un tiempo determinado para todos en cuanto a la frecuencia de la limpieza dental. De hecho, no hay investigaciones concluyentes que demuestren sus efectos positivos o negativos. No obstante, el odontólogo puede recomendar, por ejemplo, cada 6 meses o cada año según el caso.
Si nosotros mismos vemos aparecer nuestro sarro con rapidez, o sufrimos también problemas de inflamación de encías, es posible que debamos realizarla con más frecuencia. En cambio, si no tenemos afecciones dentales o si padecemos sensibilidad dental después de la limpieza, podemos esperar más tiempo para la siguiente sesión.
En el caso de los niños, la limpieza dental no es un procedimiento rutinario. Solo se realizará si el especialista observa una acumulación de sarro. En cambio, ya en la adolescencia sí que puede ser más necesaria, debida a los cambios hormonales que pueden causar una inflamación de las encías. En este caso, se puede hacer cada 8 o 10 meses.
¿En qué consiste?
El procedimiento lo realizan los higienistas dentales con el fin de limpiar en profundidad los dientes, los espacios interdentales e incluso la línea de la encía. Estos son los pasos de la limpieza dental:
- Exploración bucal y valoración del estado de dientes y encías: Esto es imprescindible para comprobar si la persona sufre enfermedades periodontales o caries. Además, también podrá observar dónde hay una mayor acumulación de placa o sarro (que es la placa ya endurecida).
- Aplicación de eritrosina: En muchos casos de aplica este compuesto colorante en la superficie de los dientes para teñir la placa y facilitar el procedimiento.
- Eliminación de la placa mediante una punta de ultrasonidos: Este sistema combina el agua a presión con una vibración.
- Uso de seda dental o cepillos interproximales: Según observe el higienista.
- Eliminación de las manchas: Con tiras de pulir, cepillo o aeropulidor de bicarbonato.
- Aplicación de gel de flúor: Tiene el fin de remineralizar y blanquear el esmalte.
- Curetaje dental: Solo se realiza en caso de que el higienista detecte la existencia de sarro por debajo de la línea de la encía, lo cual está relacionado con afecciones periodontales. Este paso sí que requiere anestesia local.
Por último, la limpieza dental no es dolorosa ni requiere anestesia, a excepción del curetaje. La sesión suele durar una hora de manera aproximada y según el estado de los dientes.
Consejos de tu odontólogo
- Realizar un correcto cepillado de los dientes después de cada comida, durante por lo menos dos minutos.
- El cepillo de dientes debe estar en buenas condiciones y reemplazarse cuando se deteriore. Por ejemplo, cada 3 meses.
- Usar el hilo o seda dental por lo menos una vez al día para limpiar los espacios interdentales, que representan el 40% de la dentadura.
- Tener en cuenta que hay alimentos que manchan el esmalte, como por ejemplo el café o el vino, así como el tabaco.
- En caso de sufrir mal aliento, nos cepillaremos la lengua para eliminar las bacterias y también podemos usar un enjuague bucal.
Ahora ya sabemos un poco más sobre el procedimiento de la limpieza dental profesional y cuál es la frecuencia con que deberíamos realizarla. No obstante, esto también dependerá de nuestra alimentación y hábitos, así como de la manera en que nos cepillemos a diario los dientes.