5 consejos para elegir el mejor bol para tu mascota
Elegir un plato para nuestra mascota puede parecer algo trascendental y basado simplemente en la estética y el diseño. Pero hay muchos otros factores que hay que considerar y son esenciales para una buena elección.
Así pues, vamos a valorar algunas de estas diferencias entre unos tipos y otros para poder tomar la mejor decisión para nuestro compañero de cuatro patas.
- Tamaño. Tal y como nos dice la lógica, debemos adaptar el tamaño del plato al de la mascota. Así mismo, para un gato o un perro pequeño elegiremos los platos de menor tamaño y para razas grandes elegiremos progresivamente los más grandes, teniendo en cuenta la cantidad de pienso que hay que ponerles en cada ración.
- Lo primero que vamos a determinar, es para qué vamos a usarlo. Si es para el agua lo necesitaremos más profundo que para el pienso. En cuanto al bol para el pienso, tendremos en cuenta las características físicas de nuestra mascota. Si es un perro o gato con el hocico chato, le resultará mucho más cómodo un plato algo más plano, pero si tienen el morro más largo, les gustará más uno más profundo.
- Hay gran variedad de materiales en el mercado. Los más habituales y quizá más económicos son los de plástico, pero éstos pueden rallarse y dejar residuos a largo plazo. Estos dos inconvenientes se solucionan con los comederos de acero inoxidable. Mucho más seguros, higiénicos y muy aconsejables para perros con alergias cutáneas, ya que este material suele dar menos reacciones y es más fácil de limpiar, además, si se desea, pueden lavarse en el lavavajillas sin problema, facilitando así su desinfección. Por último, encontramos los platos de cerámica, con diseños muy llamativos, pero que presentan varios inconvenientes, como la posibilidad de que se rompan o que, al ser un material poroso, es mucho menos higiénico, ya que pueden acumularse restos de comida.
- En este aspecto también encontramos dos tipos, los elevados y platos a ras de suelo. Los elevados son más adecuados para perros grandes, o para animales con algún problema por el que le resulte más cómodo no tener que agachar la cabeza, así como en casos concretos como en animales con el esófago ensanchado, que al no tener la cabeza baja, facilitará el paso de la comida. Hay que tener en cuenta, que este tipo hay que regularlo a la altura que le sea cómoda al animal. Los de suelo, van muy bien para gatos y animales más pequeños. Lo que hay que tener en cuenta, es que siempre le será mucho más cómodo si lleva algún material antideslizante en la base.
- Platos especiales. Por último, tendremos en cuenta las opciones que nos dan los fabricantes a diferentes situaciones, como puede ser el plato “antiansia” que consiste en un plato con algún tipo de mini obstáculos dentro que obligan al animal a comer más despacio, así facilitamos la digestión. Otro ejemplo pueden ser los bebederos en forma de fuente, muy aconsejados en gatos, ya que el agua en movimiento les incita a beber.
Así que, para elegir el mejor bol para nuestros amigos peludos, lo mejor es tener en cuenta sus características individuales y valorar lo más adecuado con las opciones que tenemos a la venta.
Mª Isabel Fernández
Docente de Veterinaria